“Perder estas 50.000 dosis duele mucho porque el proceso de conseguir vacunas no fue fácil, bastante complicado”, expresó Martínez en diálogo con Enfoque 800 a través de La Unión.
De todos modos, garantizó que esta situación hará que el Ministerio de Salud se fortalezca más. “No es tiempo de lamentos. Es momento de ponernos la cruz al hombro y seguir”, aseveró el viceministro, en referencia especial a la nueva variante sudafricana, denominada Ómicron, ante la cual nuestro país debe estar preparada para evitar una ola de contagios.
Aseguró que intensificarán las estrategias para acercarse a la gente. “Nosotros vamos a seguir batallando hasta el último momento. La gente ya no acude a los vacunatorios por diversos motivos. Queremos cerrar el año relativamente bien y es por eso que vamos a acercarnos a la gente, casa por casa”, enfatizó Martínez.
Por último, se refirió a las festividades por la Virgen de Caacupé, cuyo Novenario comenzó este domingo. Pidió que los peregrinos no lleven hasta la Basílica a niños ni a personas adultas mayores.