“Hay una guerra comercial y geopolítica, pero eso no quiere decir que la Sputnik V sea una mala vacuna (…) Se han aplicado millones de dosis en el mundo y no se han detectado efectos adversos severos”, expuso Balmelli en conversación con Enfoque 800 a través de La Unión.
Indicó que son Estados Unidos y los países de la Unión Europea los que no reconocen aún a este biológico ruso, por lo que no permite la entrada a personas que recibieron estas dosis o, en todo caso, los obligan a someterse a una cuarentena de 14 días.
En ese orden, dijo que una solución muy potable es que los países que aplicaron de manera masiva la vacuna rusa, como por ejemplo Paraguay y Argentina, realicen combinaciones de biológicos con las que sí están aprobadas, siempre que este impasse no sea solucionado de manera precoz.
Recordó que en mayo pasado emisarios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) viajaron a Rusia para verificar los laboratorios donde se desarrollan y fabrican las vacunas Sputnik V. “Detectaron un problema técnico en su desarrollo, específicamente en la porción donde se le pone un conservante a la vacuna para evitar que se sobreinfecte el biológico. Por lo tanto, detectaron que había riesgo de infección cruzada. Entonces, les recomendaron al Instituto Gamaleya y al Fondo Ruso de Inversión que corrijan este paso para que reciban la certificación de la OMS. Están en ese proceso de corrección. Tras esto y una vez que sea reevaluado por la OMS, probablemente la OMS le dé la autorización”, explicó el experto.
Estados Unidos solo permite la entrada a ciudadanos extranjeros que poseen esquema completo de vacunación anti-COVID con las plataformas Pfizer, Moderna y Janssen (Johnson & Johnson).