De los 63 escaños del Althingi, 33 serán ocupados por mujeres, lo que representa el 52,3% del hemiciclo, tras el escrutinio del sábado.
Según los datos recopilados por el Banco Mundial, ningún país de Europa había franqueado la barrera simbólica del 50%, con Suecia hasta ahora en primer lugar con el 47% de mujeres diputadas.
Pese a que varios partidos reservan una proporción mínima de mujeres entre sus propios candidatos, no existe ninguna ley que imponga una cuota en las legislativas en Islandia, según la organización democrática International Idea.
A nivel mundial, otros cinco países tienen actualmente al menos la mitad de mujeres en el Parlamento, según la Unión Interparlamentaria Internacional: Ruanda (61%), Cuba (53%), Nicaragua (51%), México (50%) y Emiratos Árabes Unidos (50%).
Islandia suele estar a la vanguardia en la causa de las mujeres.
En octubre de 1975, el país fue escenario de una importante huelga de mujeres sin precedentes para exigir mejores salarios y puestos más importantes.
Este país nórdico, de 370.000 habitantes, también fue el primero en elegir democráticamente a una mujer como jefa de Estado en 1980.
Más recientemente, desde 2018, Islandia ha aplicado una ley pionera de equidad salarial y ha encabezado durante 12 años consecutivos la clasificación del Foro Económico Mundial en materia de igualdad de género.
Con 37 escaños de 63 en juego, los comicios celebrados el sábado reforzaron la mayoría de la alianza izquierda-derecha en el poder durante cuatro años.
Sin embargo el partido de la primera ministra de izquierda, la ecologista Katrin Jakobsdóttir, cedió terreno y se halla en una posición frágil con tan solo ocho diputados.
Sus dos aliados de derecha se encuentran en una posición de fuerza, con opciones de formar una coalición con partidos distintos a la Izquierda-Verde.
Con información de AFP.