El 11 de septiembre de 2001 tuvo lugar en los Estados Unidos el mayor atentado terrorista de la historia. En total, fueron 2.296 las personas que perdieron la vida aquel fatídico día. El atentado fue ejecutado, por 19 miembros de Al Qaeda, contra el complejo de edificios World Trade Center, en Nueva York, y el Pentágono, en Washington. Los terroristas islámicos secuestraron cuatro aviones comerciales Boeing 767, y lograron hacer impactar tres de ellos: dos aviones en las Torres Gemelas y uno en el Pentágono. El cuarto se estrelló a campo abierto cerca de Washington D.C.
Las Torres Gemelas, con sus 110 pisos, eran por aquel entonces los edificios más altos de Nueva York y uno de los símbolos de la ciudad. El primer avión chocó contra la torre norte a las 8:45 de la mañana. El edificio ardió durante casi 2 horas. Posteriormente, a las 10:28 se derrumbó en solo 11 segundos. En un principio, se pensó que se debía a un accidente aéreo, pero cuando a los 18 minutos de comenzar a arder la primera torre chocó el segundo avión en la torre sur se confirmó que era un acto premeditado. El segundo rascacielos resistió en llamas durante 56 minutos, sin embargo, a las 9:59, se derrumbó en tan solo 9 segundos.
Bruno Dellinger, un superviviente que trabajó aquel día en el piso 47 de la torre norte expresó en su testimonio compartido por el Museo y Monumento Conmemorativo del 11-S en Nueva York que: “Luego del increíble sonido del edificio colapsando, en pocos segundos todo se volvió más oscuro que la noche, sin sonido, y no podía respirar. Estaba convencido de que estaba muerto, porque el cerebro no alcanza a procesar algo como esto”.
Este atentado provocó un antes y un después en la política y la sociedad mundial para siempre. A raíz de los ataques, la administración de George W. Bush (las posteriores administraciones estadounidenses también se vieron involucradas) inició la guerra contra el terrorismo y junto a sus aliados se vio involucrado en la Guerra de Afganistán, la Guerra de Irak, la Guerra contra el Estado Islámico, la Guerra en Somalia y en operaciones militares en Yemen. Sin embargo, actualmente aún sigue habiendo muchos escépticos con todo lo que rodea estos ataques. La BBC ha realizado un reportaje donde expone las dos causas científicas por las que las Torres Gemelas fueron derrumbadas aquel 11 de septiembre de 2001.
¿Por qué se derrumbaron las torres?
El profesor emérito en el Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Eduardo Kausel, le explica a la BBC que: “La respuesta aceptada por toda la gente seria es que las torres se vinieron abajo porque fueron objeto de un ataque terrorista”.
Kausel fue el encargado de realizar varios estudios para explicar las causas de los derrumbes desde el punto de vista estructural, de ingeniería y arquitectónico. Pero la respuesta del ingeniero hace indicar que lo sucedido, aquel día, se debió a una serie de fenómenos físicos y químicos que desataron una catástrofe que nadie, por aquel entonces, podía imaginar.
Circunstancias que provocaron la caída
Los estudios del MIT, que se publicaron en 2002, notificaron que los rascacielos se derrumbaron debido a dos razones:
• Los daños estructurales que causaron los aviones.
• Los incendios que se expandieron a lo largo de varios pisos
“Si no hubiese habido incendio, los edificios no se habrían derrumbado. Y si hubiese habido únicamente incendio, sin el daño estructural, tampoco se habrían venido abajo”, ya que según Kausel, ambas torres “tenían mucha resistencia”.
Doble impacto: fuego y aire
Según el informe realizado por el NIST, el choque de los aviones causó “dañó severamente” en las columnas y desprendió el aislamiento contraincendios que recubría el entramado de vigas y columnas de acero. A lo que Kausel añadió que: “La vibración del choque hizo que el recubrimiento antifuego del acero se fracturara, con lo cual las vigas quedaron más expuestas al fuego”.
Debido a eso, el daño estructural le abrió camino a las llamas, que a su vez iban causando más daño estructural. Y mientras que eso ocurría, las temperaturas, que llegaban a los 1.000 °C, hacían que los vidrios de las ventanas se dilataran y se rompieran, con lo cual entraba aire que servía de alimento al fuego.
“Bombas voladoras”
Los datos oficiales indican que cada avión Boeing 707 tenía algo más de 37.850 litros de combustible. Lo que provocó que mucho combustible se quemara en el momento del impacto y otra parte se derramase por los pisos inferiores haciendo que el fuego se expandiera.
“Eran bombas voladoras”, dice Kausel que además señala que el incendio tuvo dos efectos principales: el intenso calor hizo que se dilataran las vigas y las losas de cada piso. Provocando que las losas se separaran de sus vigas y la dilatación de las vigas empujó las columnas hacia afuera y las llamas, que empezaron a ablandar el acero de las vigas y las volvió maleables.
Derrumbe
Según el informe del NIST, las columnas iniciaron el colapso arqueándose, mientras las vigas a las que estaban conectadas tiraban de ellas hacia adentro. Esto hizo que las ya debilitadas columnas tuvieran una carga adicional y acabó provocando el derrumbe.
Cuando el edificio comenzó a derrumbarse, el colapso expulsó progresivamente el aire que había entre los pisos, lo que causó un fuerte viento hacia el exterior e hizo que todo quedara envuelto en una nube de polvo, y que las paredes externas se derrumbasen hacia afuera, “como quien pela un plátano”, explica el ingeniero.
En apenas dos horas, los rascacielos recibieron el impacto y se derrumbaron. Sin embargo, el fuego entre los escombros continuó ardiendo durante los siguientes días. Hoy, 9 de septiembre de 2021, casi veinte años después, el sentir de lo ocurrido por los ataques sigue presente en la sociedad.
Con información de BBC Mundo.