Este proceso constará de tres fases, preliminar, primaria y secundaria. La obra integra el Programa de Saneamiento Integral de la Bahía y Área Metropolitana de Asunción, ejecutado por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
El tratamiento completo de las aguas provenientes del sistema de alcantarillado sanitario evitará que el arroyo continúe siendo el depositario histórico de residuos, que lo han degradado notoriamente, mejorando de esta manera las condiciones ambientales del entorno, así como la salud y calidad de vida de unas 600.000 personas, entre beneficiarios directos e indirectos.
Una vez en la planta, las aguas residuales serán sometidas, en una primera fase, a un proceso de pretratamiento, o preliminar, que permitirá liberarlas de la materia inorgánica. Esto será posible mediante su paso por una estructura mecanizada de rejas de distinto tamaño, donde quedarán retenidos todos los residuos sólidos.
Luego irán a un desarenador y un desengrasador, para eliminar la arena y las grasas. Ya libres de estos elementos, recibirán un tratamiento para procesar la materia orgánica, a través de reactores anaeróbicos, filtros biológicos y decantadores. Superada esta etapa serán sometidas, finalmente, a una desinfección, antes de ser devueltas al arroyo San Lorenzo.
Los residuos de todo el proceso serán compactados y acondicionados, según las normas ambientales vigentes.
Actualmente, la planta existente, cuya construcción data de 1978, solo realiza un proceso primario de tratamiento, además de hallarse rebasada en su capacidad.
La PTAR de San Lorenzo estará condiciones de procesar un caudal de unos 570 litros por segundo. A esto hay que sumar la rehabilitación y ampliación del sistema de alcantarillado sanitario luego de 44 años de haber sido instalado en esta ciudad.
Son 110 kilómetros de tuberías nuevas y 24 kilómetros de rehabilitación de la red existente, totalizando 134 kilómetros de colectores de aguas residuales instalados.
Con el acceso al desagüe cloacal, los nuevos usuarios dejarán de apelar a la construcción de pozos ciegos para depositar las aguas residuales.
Esta arraigada práctica, producto de la histórica ausencia del servicio, termina produciendo la contaminación de los reservorios subterráneos de agua potable, como resultado de la infiltración de los líquidos en las napas freáticas del suelo.
La inversión total prevista en estas obras es de G. 156.032 millones, cifra que incluye la red de alcantarillado sanitario, la PTAR, y el reasentamiento de un grupo de 40 familias, que ocupaban el predio donde se construye.
El Consorcio Sanitario San Lorenzo, es el encargado de los trabajos que se financian con un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cuyo plazo de conclusión es de 30 meses.