Tiene 29 años y ya planeó detalladamente su muerte. Quiere estar en su cama de matrimonio, con su esposo y familiares más cercanos al lado y con música sonando de fondo cuando ingiera el narcótico que le quite la vida.
Maynard sufre un tumor cerebral agresivo. En enero de este año, los médicos le dieron seis meses de vida.
En su estado natal California, la joven no tenía acceso a la eutanasia por lo que debió mudarse a Portland, Oregon donde esa medida rige desde 1997.