“Se trabajó normalmente ayer hasta las 20:00, pero luego se notó ese bajón. La gente no salió más, Pese a algunos pedidos de delivery, se sintió fuertemente la caída de las ventas. La verdad es muy duro”, dijo Grassi, propietario de la pizzería La Tarantella, de Asunción, en conversación con La Unión, señalando que, después de ese horario, se redujo notablemente el movimiento de personas tomando en cuenta las restricciones de circulación, que afecta tanto a peatones como a vehículos.
Se ratificó en manifestar que las medidas establecidas por el Poder Ejecutivo no redituarán los efectos esperados en cuanto a reducción de contagios, internados y muertes por COVID-19. En cuanto a las ayudas a ser desplegadas el Ministerio de Hacienda para asistir a los sectores comerciales afectados por las restricciones, entre ellos los gastronómicos, señaló que no son más que “parches y migajas”.
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