Cristian, de 30 años, comentó que es contador y que vive en Minga Guazú, Departamento de Alto Paraná. Indicó que compró dos rifas para colaborar con una familia cuyos miembros pedían ayuda por padecer COVID-19, aunque no conocía casi a ninguno de ellos. En ese orden, comentó que se realizó este domingo el sorteo de la rifa y salió ganador. Sin embargo, decidió devolver el automóvil de la marca Kia, tipo Río, año 2011, que era el premio mayor.
“La familia puso en sorteo ese auto porque tiene muchos gastos y yo compré dos números a G. 25.000 cada uno. Mi intención fue colaborar nomás, nunca fue ganar. Después me llamaron. En principio no atendía la llamada. Después lo hice, dijeron que gané (de en medio de 4.000 boletos) y no creí cuando me lo dijeron. El sorteo se hizo en Facebook. Revisé y comprobé que era cierto. Luego contacté con quien me llamó y le dije que iba a devolver el vehículo. Ellos se alegraron, porque por algo nomas están sorteando ese auto. No me iba a quedar con la conciencia tranquila ganar de ese modo”, expresó Cristian en conversación con La Unión, haciendo alusión a que no quería quedarse con el automóvil a costa del sufrimiento de una persona internada con coronavirus.
“Gracias a Dios yo tengo vehículo y no estoy necesitando en este momento. Lo hice para colaborar con la persona enferma”, finalizó.