El profesional resaltó que el número de resultados adversos tras la aplicación de las vacunas de AstraZeneca es muy bajo, rondando apenas en 1 de cada 200.000 dosis. “Es mucho más frecuente padecer un COVID grave o fallecer por COVID, que la posibilidad que esta vacuna produzca fenómenos como trombosis”, dijo Balmelli en contacto con La Unión.
Señaló que la razón por la que el Ministerio de Salud ha suspendido la aplicación de esta vacuna en personas menores de 55 años se debe a que en algunos países de Europa debido a que “su Agencia de Medicamentos anunció que han visto un creciente número de fenómenos trombóticos en el grupo etario de jóvenes que han recibido estos dosis, no es que la suspendieron”. “Justo sucede en personas que sufren COVID de manera más leve, entonces lo que deciden es colocar la vacuna en mayores de 55, 60 o 65”, afirmó Balmelli, indicando que, según datos de la Agencia Médica Europea (AME), cuadros trombóticos se producen mayormente tras recibir la primera dosis.