Silva aseveró que los pedidos de camas de terapia intensiva en 70% son de familiares de enfermos menores de 40 años. “Hay una embarazada de 22 años internada. Hay jóvenes también de 30 y de 18. De ese 70% que te digo, un 40% son para personas menores de 25 años”, dijo en charla con La Unión.
“Pasé por la pandemia del 2009 de la influenza H1N1 y 3 epidemias de dengue y este escenario nunca lo viví. Nuestras camas y salas están totalmente ocupadas. Malabarismo estamos haciendo para atender a todos los pacientes, tanto en el sector público y privado. Técnicamente, estamos en un colapso”, expresó Silva.
Afirmó que en los hospitales de referencia para la atención a pacientes con COVID-19 “nuestras camas son camas calientes”, ya que ni bien un paciente de es dado de alta o fallece, inmediatamente la ocupa un enfermo que estaba esperando.
“Nunca tuvimos más de 100 personas esperando por una cama en la sala de reanimación. Nuestras salas de internados están completamente ocupadas. Tenemos pacientes que están internados en sillas, bancos y otra gente que está afuera esperando ser atendidos”, aseveró el profesional. Mencionó que Hospital Ingavi de IPS e incluso el hospital central de la previsional no están dando respuestas.
“Hoy la premisa es que nadie muera sin ser atendido”, enfatizó.
Dejó en claro que los problemas de la alta contagiosidad de las últimas semanas no se producen en los restaurantes o shoppings, sino en las reuniones clandestinas como cumpleaños y encuentros que incluyen compartir tereré o bebidas alcohólicas, luego de los cuales surgen una gran cantidad de casos.