“Presenté mi renuncia para iniciar una nueva etapa, agradeciendo, por supuesto, la confianza que depositó en mí el Dr. Julio Mazzoleni y a través de él el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, así como a todos los compañeros del Ministerio de Salud. Es momento de dar un paso al costado y que otras personas tomen la posta con energías renovadas. Lo hago también pensando en la familia, porque hay mucha exposición”, expuso Rolón en conversación con La Unión.
Señaló que la pandemia del COVID-19 destapó las “brechas” y la precariedad del sistema sanitario paraguayo, indicando que no todos estaban preparados para afrontar esta situación, pero “quiera Dios que las cosas mejoren”. “Hicimos muchísimo, un enorme esfuerzo. Me baso en los números objetivos como lo son las camas de terapia intensiva. Arrancamos la pandemia con 304 y hoy tenemos más de 650”, destacó el viceministro saliente.
En contrapartida, manifestó su frustración por la imposibilidad de acceder a mayores cantidades de medicamentos para la atención a pacientes internados. “En ese mar uno iba navegando hasta que llega el momento de decidir dar el timón a otras personas”, expresó.
Rolón aclaró a la ciudadanía que el Ministerio de Salud nunca tuvo a disposición US$ 1.600 millones. Subrayó que desde siempre quedó bien explicado desde el Poder Ejecutivo que, de ese dinero, US$ 514 millones fueron destinados a la cartera sanitaria y que en total ahora hay un remanente de US$ 400 millones.
“No justifico, tampoco digo que no hubo errores, pero se instaló el tema de los US$ 1.600 millones y eso no es así. La gente jamás a entró a ver cómo quedó la cifra final”, expuso.
El jueves pasado, Rolón había protagonizado un encuentro con familiares de pacientes internados y personal médico del (INERAM), en medio de la crisis desatada por la falta de medicamentos en el que es uno de los hospitales de referencia para la atención a enfermos graves de COVID-19.