“Toda esta semana fue de muchos recuerdos”, dijo Guadalupe Diez Pérez, hija del neurocirujano fallecido, en diálogo con La Unión, en alusión al primer caso de coronavirus reportado en Paraguay hace poco más de un año, hecho que significó el preludio de lo que posteriormente significó el cambio de modo de vida de prácticamente toda la población.
Rememoró que su padre contrajo el virus al momento en que casi a nivel mundial “no se sabía nada” acerca del COVID-19. “Estábamos muy metidos en ese momento en lo que era el coronavirus, pero no pensamos que todo se haya dado tan rápido”, expresó Guadalupe. “No existían protocolos cuando él se contagió. Todo estaba como en la China. Fue tan sorpresivo todo que no dio tiempo para nada”, agregó.
Recordó que su padre fue inmediatamente enviado a internación en terapia intensiva del Centro Médico Bautista (donde el mismo neurocirujano trabajaba) ni bien su cuadro se complicó. “Él mismo le dijo a la doctora: ‘Parece que me vas a tener que intubar’. Ahí mismo le intuban y ya… después siguió todo su curso”, expresó.
Guadalupe aseguró que si su padre se contagiaba del coronavirus recién ahora, “por ahí hubiese sido otro manejo por la detección temprana, el análisis y todo el protocolo”. “Pero bueno, le tocó y hay que aceptar”, finalizó.
Actualmente, Paraguay cuenta con 168.043 casos confirmados y 3.318 muertos a causa del virus, así como más de 24.000 casos activos, según datos del Ministerio de Salud. Así mismo, cuenta 1.177 internados, de los cuales 293 se hallan en terapia intensiva.
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