El Dr. Martínez señaló que las listas de trabajadores “de primera línea” a recibir las vacunas son enviadas por los jefes de las Unidades de Terapia Intensiva de cada hospital destinado a atender a pacientes con coronavirus, que son acompañadas por los datos subidos a la plataforma “Vacunate”, del Ministerio de Salud. Sobre el punto, el director dijo que harán un mayor control incluyendo cruce de datos, de modo a establecer un “patrón estándar”.
Manifestó esto en razón de que para autoridades del INERAM una nutricionista no es necesario que ingrese a atender en UTI, mientras que para las del Hospital de Calle’i, San Lorenzo, sí. Así mismo, en el Hospital de Lambaré un personal administrativo recibió la dosis, mientras que para el INERAM aún no es preciso que se aplique.
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“Todo es ajustable y mejorable. En INERAM e Itauguá los nutricionistas ya no entraron a atender a pacientes en UTI para exponerlos, mientras que en Calle’i siguieron ingresando a atender allí. Eso es lo que tenemos que ajustar”, expuso Martínez en conversación con La Unión.
En otro orden, se refirió al “escrache” que sufrió un grupo de trabajadores de la salud del INERAM que había ido al Hospital de Trinidad para recibir la vacuna anti-COVID. D
Inicialmente, Martínez lamentó lo sufrido por un grupo de colegas suyos que trabaja el INERAM, que padeció un “escrache” de parte de una cirujana estética de nombre María del Carmen Elizeche, quien se desempeña en el Hospital de Trinidad, quien los grabó, increpó y los trató de “privilegiados” mientras aguardaban su turno para recibir la vacuna siguiendo el agendamiento.
“Ella (Elizeche) hace consultorio, ella no es de primera línea, por ahí vino su molestia. Además de que se trataba de trabajadores del INERAM, pero ellos vinieron al Hospital de Trinidad por la imposibilidad que tiene su centro asistencial ante la gran aglomeración que ya poseen. Esa gente no fue ahí porque quería, sino porque se les asignó ese lugar”, dijo Martínez, mencionando que se trató de un pedido del director del INERAM, Dr. Felipe González, esa instalación temporal.
Sin reacciones adversas considerables
Por otro lado, Martínez comentó que muy pocos, de los más 1.000 trabajadores de la salud que ya han recibido sus respectivas primeras dosis de la vacuna anti-COVID rusa Sputnik V, han presentado reacciones muy leves, como dolores de cabeza con pocas horas de duración o cierta picazón y molestia en la zona donde se les aplicó la inyección.