“La información que nosotros manejamos es que el contenedor salió limpio de Paraguay y que fue contaminado en ruta (…) Hay elementos que nos indican que los contenedores salieron de acá vacíos”, dijo Giuzzio en conversación con La Unión, subrayando que “la droga no salió de Paraguay, sí el contenedor”.
Según los datos de las instituciones, el contenedor salió de Paraguay en diciembre pasado. “Estimo que no partió de acá. No me parece razonable que la droga haya salido de acá porque eran tiempos de mucho control por los cerca de 3.000 kilos de cocaína incautados en Villeta en octubre pasado”, recordó, agregando que “no tuvo trayectoria Asunción – Puerto Zárate – altamar, sino que estuvo por otros puertos antes de adentrarse en altamar”. Afirma que es probable que las cintas del contenedor “se hayan desbloqueado” y que la ruta “es trazable”.
Señaló que se trató de un trabajo en conjunto con las autoridades alemanas, argumentando “justamente ese se vio por la información proveída por aquellos quienes estaban involucrados allá en destino. Luego acá se realizó una investigación que nos llevó a tener ese dato”.
En cuanto a las latas de pintura de la empresa paraguaya “Tupâ”, de Paraguay, el ministro considera que fueron cargadas con “chatarras” en vez de pinturas para simular el peso y que es probable que hayan sido vaciadas por el camino por introducirles la droga. Consultado sobre cómo las autoridades paraguayas tienen esa versión, mencionó que la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) había hecho un control de ese contenedor antes de que parta en diciembre, pero había sido documentado como pinturas de exportación.
Giuzzio afirmó que es muy necesaria la creación de un marco legal que exija a cada uno de los puertos paraguayos la instalación de escáneres para la realización de controles, indicando que “hacerlo humanamente es imposible por la cantidad enorme de movimiento que tienen”.
El EPP
El ministro del Interior también se refirió a lo concerniente al autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Esta mañana la familia Denis anunció que enviará una carta a la alta comisionada de las Naciones Unidas por los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, para que intervenga en los casos de secuestros perpetrados por esa banda.
Señaló que el EPP es un grupo criminal, pero que no tiene la capacidad como para considerarlo “beligerante”, citando como ejemplo a lo que fueron hasta hace poco tiempo las autodenominadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, conocidas como FARC. “Es imposible compararlas. El EPP hoy en día es una organización casi familiar, no pasa de 20 o 30 personas, además de que recluta a sus propios hijos y también lamentablemente indígenas en ese afán de conseguir adeptos”, expuso el secretario de Estado.
En cuanto a Óscar Denis, dijo que hasta el momento “no hay información que haga presumir que no esté vivo”, según los datos que compartió la Secretaría Nacional de Inteligencia (SNI). “Creemos que está con vida. Nuestras acciones nos impulsan a seguir investigando con esa convicción”, aseveró.