El asesinato de la turista argentina Laura Pamela Viana, en la madrugada de hoy en las arenas de la playa de Copacabana, volvió a poner bajo la lupa el tema de la seguridad en Río de Janeiro, que en agosto será sede de los primeros Juegos Olímpicos en América del Sur.
“Fue un crimen cobarde. Hacía cuatro años que no sucedía un latrocínio en Copacabana. La policía estaba presente y capturó a los asesinos a 500 metros de la escena del crimen. Ambos habían sido detenidos antes por la policía dos veces, uno de ellos el mes pasado, pero fueron liberados. Hay fallas en un sistema que suelta a las personas capaces de cometer tal atrocidad”, señaló a LA NACION José Mariano Beltrame, secretario de Seguridad del estado de Río de Janeiro.
Beltrame es considerado el arquitecto del llamado “proceso de pacificación de las favelas” cariocas, que con miras al Mundial de Fútbol de 2014 y a las Olimpíadas de este año busca recuperar el control de esas empobrecidas comunidades dominadas por bandas de narcotraficantes. Hasta ahora fueron instaladas 42 Unidades de Policía Pacificadora (UPP’s), comisarías comunitarias permanentes que atienen directamente a las poblaciones de esos barrios, donde antes los agentes sólo entraban para actividades puntuales.
De acuerdo a las cifras del Instituto de Seguridad Pública (ISP), 2015 cerró con 1202 homicidios frente a los 1237 que hubo en 2014, y con 37.133 casos de robos a transeúntes en comparación con los 39.687 del año anterior. En el estado, en tanto, los homicidios cayeron de 4942 para 4197 mientras que los robos descendieron de 80463 para 65.560.
Pese a esta tendencia positiva en las cifras, la sensación de inseguridad en Río ha crecido en el último año, en gran parte debido a la crisis económica que sufre Brasil, con brotes de criminalidad en la zona del centro histórico y también en las playas turísticas. En los días de más calor del verano pasado y del actual, después de más de una década, volvió a asustar a los bañistas el fenómeno de los “arrastões”, robos masivos perpetrados por grupos de delincuentes que avanzan corriendo por las playas -principalmente en la zona de Arpoador, en Ipanema- y huyen con todo lo que puedan conseguir. Para enfrentarlos, las autoridades han desplegado ahora cada fin de semana 700 agentes policiales que patrullan la “orla” (rambla).
“Las autoridades vienen realizando grandes progresos en materia de seguridad, pero igual Río está a años luz de ser una ciudad segura”, afirmó y apuntó que hoy la ciudad tiene una tasa de homicidios de poco más de 18 por cada 100.000 habitantes, cuando, en comparación, en la ciudad de Buenos Aires es de alrededor de 6 por cada 100.000 habitantes.
Fuente: La Nación Argentina