“Cada día que perdemos sin las dosis, le damos ventaja al virus que cree nuevas variaciones y crece la posibilidad de que las vacunas no sirvan. Es por ello que las vacunas deberían haber estado en nuestro país hace mucho tiempo”, aseveró Mateo Balmelli en contacto con La Unión, cuestionando que la lentitud del Ministerio de Salud en la consecución de los inmunizantes.
Indicó que las 100.000 dosis que inicialmente llegarían en febrero a Paraguay no son suficientes para comenzar una campaña con fuerza contra el coronavirus. “Es prácticamente nada esa cifra atendiendo los dos millones de individuos que tenemos que vacunar como prioridad, que las personas mayores de 60 años”, aseveró el experto, incluyendo que de esa misma cantidad hay que incluir al personal de blanco que debe aplicarse las vacunas.
Recordó que hay distintas variantes del coronavirus, como la brasileña, la sudafricana, la británica, entre otras, cuya permanente circulación en nuestro territorio atentaría contra la inmunidad de la población si se comienza tarde la campaña de vacunación y, sobre todo, con muy pocas dosis disponibles.
Mateo Balmelli manifestó que, mientras no se vacune entre el 70% a 85% de la población nacional, el virus seguirá activo y generará nuevas variantes, por lo que los números iniciales de dosis son insuficientes con miras a ese objetivo. Sobre el punto, aseveró que, en este escenario, lo positivo sería que la cantidad de vacunas que lleguen a Paraguay sea de manera escalonada, es decir, subiendo de número con cada recepción.
“No es solamente tener la vacuna, sino estar preparados para vacunar lo más rápidamente posible”, expresó el infectólogo, tomando en cuenta que a cada uno de los vacunados se les aplicará dos dosis, lo cual implica mucha logística.