“Se hizo un concierto y fue una clara violación al decreto presidencial 4705, que limita la cantidad de personas y también la duración del evento. Si bien se ven personas que usan tapabocas, las mismas están todas encimadas, aglomeradas, pese a que es un lugar bastante grande”, señaló el fiscal Gustavo Sosa, interviniente en el caso, en conversación con La Unión.
En ese sentido, dijo que, considerando que el Anfiteatro de San Bernardino tiene capacidad para cerca de 10.000 personas, ocupando un espacio muy grande, bien podía organizarse respetando los protocolos. Sin embargo, no fue así. “Los mismos organizadores se encargaron de viralizar el vídeo donde se ven esas imágenes”, aseveró.
Consultado sobre si ya hay personas individualizadas como responsables del evento, Sosa respondió: “iremos discriminando, ya estamos apuntando a los organizadores, pero también abriremos investigación contra otros, como por ejemplo la empresa que vendió las entradas”. También habló de la propia municipalidad de San Bernardino, ya que “tuvo que haber sabido, por lo menos tuvo que haber otorgado un permiso”.
La Municipalidad de San Bernardino dispuso la suspensión de las actividades artísticas en el Anfiteatro.