“Al aumentar los casos, también aumentaron los casos graves que requerían y requieren cuidados intensivos, cuyas camas están totalmente ocupadas con pacientes positivos de COVID-19”, manifestó la Dra. Idalia Medina, presidenta de la Asociación Médica de Ciudad del Este, en conversación con La Unión.
“Si hay un paciente de 80 años con enfermedad de base y que probablemente no pueda salir (de UTI) y hay otro paciente grave pero de 20 o 25 años que no tenga comorbilidades, el terapista va a elegir al que tiene más chances, que en general son las personas jóvenes. Esa es la difícil situación en la que se encuentran hoy los colegas, principalmente los encargados de las Unidades de Cuidados Intensivos”, aseguró.
Comentó que las camas de UTI del sector privado también están llegando a su tope recibiendo pacientes con cuadros graves derivados del sector público. Indicó que incluso familias enteras ingresan a internación por COVID-19.
Así mismo, la profesional dijo que, como es históricamente, tienen problemas en la provisión de medicamentos e insumos, los cuales en ocasiones los mismos médicos deben comprarlos para poder trabajar.
En total, Ciudad del Este cuenta con 30 camas de UCI en el Hospital del IPS y varias más en otros servicios. Citó que todas las camas de terapia intensiva en la capital esteña están ocupadas.
Medina aseveró que actualmente hay un registro de 1.000 casos activos solamente en la capital altoparanaense. Mayormente se trata de personas contagiadas tras las fiestas de fin de año. Agregó que la preocupación aumenta porque muchos esteños fueron de vacaciones a Brasil, país que atraviesa su tercera ola de contagios de COVID-19 y encima cuenta con una nueva cepa, mucho más contagiosa que la china original.