La exposición al sol puede provocar daños severos a la salud, principalmente a la franja infantil. Esto se debe a que la piel de los pequeños es más fina, por lo que tiene menos protección y es afectada más fácilmente por los rayos solares.
Dependiendo de la intensidad, el sol puede provocar, golpe de calor, insolación y hasta quemaduras en piel.
Golpe de calor: se manifiesta por aumento de la temperatura corporal, sed intensa, nauseas, vómitos, dolor de cabeza, irritabilidad, aumento de la sudoración.
Insolación: la persona insolada presenta dolor de cabeza intenso y punzante, debilidad, mareos o confusión, dificultad para respirar, disminución de la capacidad de respuesta o pérdida del conocimiento. Además, aumento de la temperatura corporal, piel seca, caliente y enrojecida.
Quemaduras de piel: se observa desde enrojecimiento hasta quemaduras graves, provocando a largo plazo envejecimiento precoz y hasta cáncer de piel.
Ante la presencia de los citados síntomas, se recomienda la consulta inmediata al centro de salud más cercano y evitar la automedicación.
Para protegerse de los efectos del sol el Ministerio de Salud recomienda:
- Beber abundante agua para impedir la deshidratación.
- Evitar la exposición solar en horas pico, entre las 10:00 y 17:00.
- No exponer a los niños al sol, principalmente a los menores de 1 año.
- Mantenerse en la sombra siempre que sea posible.
- Usar protector solar con al menos, 20 FPS (Factor de Protección Solar).
- Para los niños, se indica con protección con 60 FPS.
- Utilizar sombreros, lentes de sol y ropas claras como elementos de protección.