En su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York, Obama reiteró la importancia de trabajar con otros países para “degradar y finalmente destruir” a los militantes en Siria e Irak.
“En este esfuerzo no actuamos solos”, dijo Obama, dos días después de que Washington y varios países árabes realizaran los primeros ataques aéreos contra EI en Siria. “Tampoco pretendemos enviar soldados estadounidenses para que ocupen países extranjeros”.
Obama también se refirió en su discurso a una serie de desafíos internacionales en los que su país está involucrado, como el conflicto con Rusia por Ucrania, el virus del Ébola en África, el programa nuclear de Irán o las diferencias entre palestinos e israelíes.
Antes de Obama, el podio en Nueva York correspondió a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien pidió una “verdadera reforma” del Consejo de Seguridad.