Quién fue Juan Vucetich: el inventor de las investigaciones con huellas dactilares

Fue un antropólogo y policía nacido en Croacia que emigró a Argentina. Desarrolló y puso en práctica un sistema eficaz de identificación de personas por sus huellas dactilares.

En 1892, en Argentina, se utilizó por primera vez las huellas digitales para resolver un crimen. El 29 de junio de ese año, Francisca Rojas de Caraballo, de 27 años, asesinó a sus dos hijos, de 6 y 4 años, en Necochea. La mujer intentó culpar a un vecino, Pedro Ramón Velásquez, y simuló un ataque, cortándose la garganta. Pero los peritos encontraron una huella dactilar ensangrentada en el buzón de la puerta de la casa, aunque la mujer negó haber tocado los cadáveres de los dos niños. Con la ayuda del método dactiloscópico de Juan Vucetich, se determinó que esas huellas no pertenecían al vecino, sino a la propia Francisca, quien finalmente confesó el asesinato. Se considera entonces, que fue la primera persona condenada a nivel mundial, basándose en pruebas de sus huellas dactilares.

Foto ilustrativa: AFP.

En 1905, su sistema dactiloscópico fue incorporado por la policía como método de identificación de personas. Y dos años después, la Academia de Ciencias de París informó públicamente que el método de identificación de personas desarrollado por Vucetich era el más exacto conocido hasta ese momento.

El Jefe de Policía de la Provincia de Buenos Aires, Guillermo Núñez, le había encomendado a Vucetich sentar las bases de una identificación personal confiable. Inicialmente utilizó 101 rasgos de las huellas para clasificarlas en cuatro grandes grupos y logró simplificar el método basándolo en cuatro rasgos principales: arcos, presillas internas, presillas externas y verticilos. En 1911, cuando se sancionó la Ley 8.129 de enrolamiento militar y régimen electoral, se adoptó este sistema para la identificación de los varones argentinos mayores de 18 años.

Las huellas digitales son fundamentales para la seguridad empresaria y tecnológica. / Imagen: stock.adobe.com.

A más de un siglo de su creación, aunque han variado sustancialmente los métodos de relevamiento, archivo y comparación, la identificación de huellas dactilares todavía se basa en los cuatro rasgos seleccionados por Vucetich.

Las huellas digitales no cambian por más que se crezca, engorde, adelgace o cambie. Los gemelos tienen huellas digitales diferentes, incluso aunque sean idénticos. Existen pocas personas en el mundo que no pueden ser identificadas por sus huellas dactilares y padecen adermatoglifia, una condición genética. Las huellas dactilares sirven para mucho más que para identificarnos, ayudan a sujetar objetos, a caminar descalzos y se cree que aumentan el sentido del tacto. Sir Francis Galton clasificó patrones de las huellas en tres tipos: arcos, espirales y bucles. Las marcas dejadas por huellas dactilares son difíciles de borrar por la humedad y aceites corporales presentes en las manos.

 

Con información de tn.com.ar.

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