“El simple hecho de reabrir desde el 1 de noviembre ya es algo inexplicable, por la ansiedad misma”, dijo Mario Orué, miembro de la Asociación de Propietarios de Canchas Sintéticas, en conversación con La Unión.
Recordó que el protocolo para los locales incluye la instalación del lavamanos, desinfección de vestuarios, alfombras desinfectantes en las entradas, agendamiento para evitar aglomeración (los jugadores deberán llegar a la cancha minutos antes, no con mucho tiempo de antelación), dos horas de uso de la canchita por parte del grupo de jugadores, quienes también dispondrán también hasta una hora de permanencia en la cantina del establecimiento.
En cuanto a la cantidad de participantes por local, dijo que depende de la cantidad de canchas. “Si tenés una cancha en tu local, podés tener hasta 10 jugadores. Si tenés dos canchas, podés tener hasta 20 jugadores”, expuso Orué.
No obstante, señaló que mientras no llegue el día tampoco estará confiado del todo, ya que la posible fecha de vuelta de las canchitas fue postergada en varias ocasiones. “Ojalá se dé realmente”, dijo.
Las pérdidas que han registrado los dueños de canchas sintéticas durante la pandemia son millonarias, según señaló Orué, indicando que, en su caso particular, retomará sus actividades en este tramo final del año 2020 con un pasivo de G. 200 millones.
Por su parte, Diego Lansac, abogado de los propietarios de canchas sintéticas, afirmó que este miércoles se reunirá con el viceministro de Salud, Dr. Julio Rolón, para repasar todo lo relativo a los protocolos sanitarios a ser instaurados en las canchitas.
“Uno sale y ve a la media cuadra que se está volviendo todo a la normalidad. Todo se está dando en medio de una ‘clandestinidad’ que ya no es tan ‘clandestina’, y eso no es bueno”, expresó.
Todas las canchas sintéticas del país fueron clausuradas desde marzo pasado por decreto del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, ante la llegada del coronavirus a Paraguay. Estos locales fueron incluidos en el marco de la declaración de cuarentena.