“Había gente que quebraba día a día, que dejó de comer porque no tenían para comprar y mientras tanto hasta un ‘premio’ se le da a los funcionarios que participaron de ese proceso totalmente viciado desde el inicio. ¿Qué más es lo que hay que hacer para que un funcionario sea sancionado con lo más grave, que es la salida de la institución?”, repudió en conversación con La Unión.
Recordó que la propia Contraloría General de la República (CGR) y la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) encontraron irregularidades y, sin embargo, a los responsables simplemente “se les mandó a descansar a su casa un mes”. “Es una vergüenza. Ese proceso estaba viciado. ¿Cuál es el mensaje? ‘Hacé lo que querés, que en este país no pasa nada. Nadie te va a castigar'”, repudió Vallejo.
“Necesitamos el ‘caiga quien caiga’ pero de arriba para abajo. No sirve con cambiar tampoco las cabezas porque se mantienen las mismas estructuras corruptas”, expresó la diputada patriaqueridista.
En simples suspensiones temporales sin goce de sueldos a los funcionarios del Comité de Evaluación de la licitación de la fracasada compra de insumos chinos por la pandemia del COVID-19 terminó el sumario abierto por el Ministerio de Salud Pública. A pesar de los informes de instituciones que investigaron los hechos, la resolución fue decepcionante.
La suspensión por un mes sin goce de sueldo fue contra Pablo Lezcano, exdirector de la Unidad Operativa de Contrataciones (UOC); Gustavo Cuevas Ayala, Mirta Morán Maldonado, exmiembros de la Dirección General de Insumos Estratégicos; y Pedro Santander, de la Dirección Administrativa de la cartera sanitaria.
Las empresas IMEDIC y Eurotec fueron las adjudicatarias de una licitación con el Ministerio de Salud en abril pasado para proveer nuevos equipos de procedencia china con el objetivo de fortalecer el sistema de salud nacional ante la pandemia del coronavirus. Sin embargo, una inspección realizada por funcionarios de la cartera sanitaria y que incluyó hasta al ministro Julio Mazzoleni determinó que los equipos como mascarillas, camas, monitores para terapias intensivas y otros; adquiridos por un valor US$ 14 millones, eran inservibles. No obstante el anticipo que Salud había pagado, consistente en un 20% del total, fue cubierto por la póliza.