El primer ministro, Walter Martos, anunció el viernes que también se mantendrá el toque de queda los domingos durante el estado de emergencia, que restringe las libertades civiles y que comenzó a imponer Perú a mediados de marzo, pocos días después de aparecer el primer caso de coronavirus en el país.
El actual estado de emergencia vencía a fines de agosto.
Los casos de coronavirus en Perú sumaron hasta el jueves casi 622.000, cifra que coloca al país como el segundo con más contagios en América Latina y sexto en el mundo. En tanto los fallecidos por COVID-19 suman 28.277, el octavo a nivel mundial.
Pese a que el número diario de fallecidos por el virus ha caído en los últimos días, la tasa de mortalidad de Perú es la más alta en el mundo, con 86,67 muertos por cada 100.000 habitantes, según un recuento de Reuters, un poco por delante que Bélgica.
“Debemos reiterar que están terminantemente prohibidas las reuniones sociales y las visitas familiares que estaban causando la mayor cantidad de contagios en las últimas semanas; así como las reuniones amicales y mucho menos las fiestas sociales”, dijo el primer ministro Martos, en la ciudad selvática de Iquitos.
Hace casi una semana, 13 personas murieron asfixiadas o aplastadas en una discoteca que operada de forma clandestina en Lima, desoyendo las prohibiciones oficiales.
“Estas últimas semanas ha bajado la cantidad de infectados y la cantidad de fallecidos, pero ello nos obliga a asumir la mayor responsabilidad para no seguir contagiando y seguir luchando en todos los frentes contra la pandemia”, dijo Martos.
Junto con la emergencia nacional, el Gobierno amplió la emergencia sanitaria hasta por 90 días, afirmó el funcionario.
Con información de Reuters.