Los restos son unas gradas que se encontraban muy cerca del antiguo muelle al final de la calle 14 de Mayo (en su entorno están la Prefectura, Míster Combi y la placita del Soldado Pilarense).
El objetivo al rescatar estas piezas es poder utilizarlas en un futuro rincón histórico con el que contará la futura Costanera pilarense, con datos que refieren la trascendencia que tuvo la zona portuaria de Pilar.
También se espera poder contar con el aporte de los pilarenses a través de informaciones y fotografías del antiguo puerto, donde funcionaba un muelle con un depósito aduanero, informó el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
Los gestores culturales y ciudadanos de Pilar celebran la respuesta positiva al pedido realizado ante las instituciones públicas para coordinar con la empresa constructora de la Defensa Costera, el rescate de los vestigios materiales en el entorno del antiguo puerto, a fin de ser utilizados como parte de un monumento en la majestuosa costanera que tendrá Pilar.
Cabe destacar que esta acción fue promovida por la secretaria departamental de Cultura y Turismo de la Gobernación de Ñeembucú, Myriam Insfrán, quien encontró pleno respaldo en el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), en la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), en las empresas contratistas de la Defensa Costera y en otras instituciones para llevar adelante este operativo.
El otrora puerto de Pilar fue escenario de innumerables historias desde la época colonial, algunas cotidianas y otras no tanto. Como el del combate de la Villa del Pilar, el 20 de septiembre de 1867 cuando el Vapor Pirabebé auxilió a los defensores de la Villa (conformado por heridos y convalecientes del hospital), cañoneando desde la zona del puerto a las tropas aliadas que se encontraban saqueando el poblado.
También durante la Revolución de 1.904 los pobladores asistieron en masa al puerto para observar tal vez el único combate fluvial -con público e hinchada- entre los rebeldes y gubernistas.
Tiempo después fue el lugar donde los inmigrantes europeos en el siglo pasado pisaron por primera vez tierra paraguaya para formar con los pilarenses una sociedad culta y heroica.
Lógicamente el comercio con el mundo entraba y salía – como en la actualidad- por el puerto ubicado en el extremo oeste de la actual calle 14 de Mayo.
También de allí partieron los ñeembuqueños para ir a la Guerra del Chaco.
Cuentan las personas mayores que el puerto tenía un amplio muelle, que además de las operaciones portuarias servía como tradicional espacio social.
El antiguo complejo portuario tenía rieles, guinche, depósitos y áreas para aduana.
Los restos de estructura recuperados eran parte de la escalera de la Primera Costanera de Pilar adyacente al viejo muelle, mandado construir por un destacado pilarense, el entonces Capitán de Fragata Ramón E. Martino, durante su administración como ministro de Obras Públicas y Colonización.
Con información de ip.gov.py.