Es una de las disputas más viejas al interior del mundo cristiano. Francisco, el papa copto Teodoro II y el patriarca de Constantinopla, Bartolomé I, intentan llegar a un acuerdo para fijar una única fecha mundial.
En una negociación que llega incluso hasta el papa Francisco –cuyo consenso es fundamental–, las autoridades religiosas buscan poner fin a una de las disputas más viejas al interior de la Iglesia: una fecha global de Pascuas, la cual provoca desacuerdos desde hace unos 1.600 años.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, busca fijar el día de Pascuas e implementar el cambio dentro de los próximos cinco o diez años. De concretarse, el movimiento tendría probablemente efectos en los calendarios escolares y en otras industrias estacionalmente-dependientes, según consignó el diario británico The Independent.
Welby explicó que consultará con el Sumo Pontífice argentino, con el papa copto Teodoro II y con el patriarca de Constantinopla, Bartolomé I, para negociar un cambio de fecha. Es poco probable que una modificación de este tipo se lleve a cabo sin el consentimiento pleno de estas autoridades. “Me gustaría verlo antes de retirarme”, manifestó el arzobispo de Canterbury.
Francisco ya ha discutido el cambio de la fecha de Pascuas. “Tenemos que llegar a un acuerdo” sobre el cambio de la fecha, dijo el año pasado en una reunión de sacerdotes de todo el mundo.
Sin embargo, Welby advirtió que las iglesias han intentado desde el siglo X fijar la fecha festiva, que se establece con referencia a la luna y el sol.
Las reglas para determinar la fecha de Pascua se encuentra en el concilio de Nicea del año en el 325, convocado por el emperador romano Constantino. Allí se estableció que se debería conmemorar entre el 22 de marzo y el 25 de abril en aquellos lugares donde se utiliza el calendario gregoriano.
Fuente: Infobae