Gabriel Espínola, dirigente de la Organización de Trabajadores de la Educación del Paraguay (OTEP), sostiene que en el actual escenario presentado por la pandemia del coronavirus es necesario conformar un comité de emergencia educativa a nivel nacional compuesto por el sector público como privado, así como por padres, estudiantes y sindicatos docentes, con participación, por supuesto, del ministro de Educación y del ministro de Salud.
Afirmó que, si es preciso, su organización “no tendría problemas” en que la extensión de las clases abarquen los primeros meses del año próximo, siempre que sean presenciales, tras un dictamen del Ministerio de Salud, el cual, de hecho, la cartera educativa está esperando.
“Si se está anunciando que posiblemente desde septiembre habría alguna flexibilización, nosotros estamos absolutamente de acuerdo con que las clases presenciales abarquen marzo y abril del año que viene, siempre con las medidas sanitarias correspondientes”, manifestó Espínola en contacto con La Unión.
En ese marco, se establecería la vuelta progresiva a las clases presenciales, aunque no dejan de lado que durante este periodo se pueda utilizar como “ensayo” el uso de la tecnología.
“Debatimos y con base en ello queremos avanzar. El Ministerio de Educación no puede tomar ninguna decisión sin el aval del Ministerio de Salud. No estoy tirando la pelota a Salud Pública, pero sobre su dictamen se podría tomar la decisión para educación en lo que resta del año lectivo o combinarlo con los primeros meses del próximo”, culminó.