La precandidata del Partido Demócrata a las elecciones presidenciales de EEUU, Hillary Clinton, pidió que se ponga fin a las redadas para acelerar deportaciones de inmigrantes centroamericanos, pero evitó comprometerse a no deportar a menores de edad si es elegida presidente.
En una ronda de entrevistas sobre cuestiones que afectan a las minorías raciales junto a los otros dos precandidatos, Bernie Sanders y Martin O’Malley, Clinton marcó distancias con el gabinete que dirige el presidente Barack Obama y las redadas iniciadas en 2016 contra inmigrantes indocumentados centroamericanos.
“No son una herramienta apropiada. Están sembrando la discordia y el miedo en las comunidades inmigrantes en todo el país”, indicó la ex secretaria de Estado, quien añadió que las leyes migratorias deben aplicarse de forma “humana y de acuerdo con el debido proceso“.
“Es por ello que creo que debemos detener las redadas que están ocurriendo entre las comunidades inmigrantes. Tenemos leyes y debemos guiarnos por ellas, pero no debemos tener agentes armados que se presentan en casa de la gente y se llevan a mujeres y niños de sus camas en mitad de la noche”, apuntó.
Sin embargo, al ser preguntada explícitamente si, en caso de ser elegida presidente, evitaría que se deportasen niños, Clinton indicó que no puede tener “una regla general sobre a quién debe permitirse o no entrar y permanecer en el país“, ya que, a su juicio, eso es algo que debe determinarse “de forma individual“.