“Si bien las fundaciones tienen un fin noble, no son objetos de control”, expuso Acosta en contacto con La Unión.
Consideró que estas entidades deben ser sometidas a rigurosos controles desde antes de su creación, es decir, cuando solicitan al Poder Ejecutivo el decreto por el cual se aprueban sus estatutos sociales.
Con este contexto, el legislador del PLRA afirmó que las fundaciones “representan es un peligro”, ya que, en muchas ocasiones, “pueden recibir dinero de cuyo origen no sabemos”.
En ese orden, Acosta señaló que, más allá de los objetivos nobles de ayuda, los controles y las verificaciones por parte de las autoridades tienen que centrarse en el origen del dinero que reciben.
El diputado hizo alusión a la empresaria Dalia López, dueña de la fundación Fraternidad Angelical y quien está siendo investigada por la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) por evasión de impuestos y lavado de dinero.