El procedimiento quirúrgico fue llevado adelante por 25 médicos en el Hospital Pediátrico Acosta Ñu. “No podemos negar que había cierto nerviosismo porque queríamos que todo nos salga bien. Cuando empezó a latir ese corazoncito fue una inmensa sensación de alegría”, expresó el cardiocirujano Marcos Melgarejo, médico que operó a Liz, en diálogo con La Unión.
“Liz estaba postrada en cama con riesgo de muerte inminente. El proceso fue bastante complicado porque duró dos meses, costoso muchas veces, pero pudo finalmente conseguir el donante de corazón”, destacó, señalando que la cirugía duró 5 horas.
“Hoy en día lleva una vida absolutamente normal, yendo al colegio, compartiendo con adolescentes de su edad y hoy, festejando algo muy importante para una niña de edad, que es cumplir los 15 años”, resaltó Melgarejo en referencia a Liz.