Silva compartió un diálogo distendido en el que hizo un repaso de su carrera deportiva, desde sus inicios en el Fénix de Uruguay, desde donde llegó casi como un desconocido en el año 2012 para vestir los colores de Olimpia.
“Tuve que dejar el estudio, y trabajar desde los 14 años, por las necesidades de la familia, pero luego me anoté con unos amigos a un torneo de fútbol 7”, comenzó diciendo Silva, para que después de unos años le toque debutar en la Primera División de Uruguay jugando por el Fénix. En ese sentido, el gran responsable fue el director técnico Rosario Martínez, con quien incluso pudo hablar por teléfono de manera muy emotiva.
La sensación de Silva al escuchar a su mentor fue con un espontáneo “¡¡Mi papá!!”, comenzando así una conversación bastante amena y recordando momentos de sus inicios en el fútbol. Recordó las finales del 2013 con Olimpia ante el Atlético Mineiro de Brasil y la que jugó ante Gremio, también de Brasil, pero defendiendo los colores de Lanús de Argentina en el 2017, de las cuales, pese a no ganar ninguna, manifestó su satisfacción por haber llegado a tamaña instancia del torneo más importante de nuestro continente.
Si bien le tocó emigrar por sus buenos partidos con el Decano, volvió para jugar en el club donde mejor se siente.