“Nuestras calles pasaron a convertirse en verdaderos ríos. Todo el sistema de alcantarillado y desagüe pluvial falló”, explicó Andrés Morel, concejal de Encarnación, en contacto con La Unión, señalando que lo que acentuó el problema también fue la inconsciencia de la gente que arrojó basuras a los raudales.
“Fue terrible, arrasó con autos, motos, llevó todo a su paso, la verdad fue un fenómeno raro que se dio en pocos minutos”, añadió.
Afirmó que, aunque quedó mucho trabajo por limpiar las calles a causa de las basuras, el tráfico en la capital itapuense volvió a la normalidad.