En ese sentido, Báez recordó que al renunciante director administrativo de la municipalidad, Roberto Paredes, y también el intendente, Armando Gómez, habían pedido que se realice un préstamo a través de un banco de plaza de modo acceder a dinero que pueda utilizarse para el pago de haberes. Indicó que esto fue aprobado por la Junta Municipal, pero que nunca recibieron respuesta del jefe comunal.
“Lo que no se puede soportar es que prometan que van a cobrar hoy, mañana y no se cumple”, repudió Báez en comunicación con La Unión.
Manifestó que la renuncia del intendente tampoco resolverá el pago de salarios atrasados, pero al menos disipará en cierta medida el clima tenso vivido en la sede municipal, la cual desde ayer se halla tomada por funcionarios.