Figueredo deslindó responsabilidad con relación a la dotación policial que debía brindar seguridad a los agentes que trasladaban a Samudio. Sobre el punto, mencionó que lo que él hizo fue cumplir con su labor de informar acerca de los antecedentes al Ministerio de Justicia, pero que los directores de establecimientos (en este caso el de Emboscada, Juan Carlos Irala), deben cumplir un protocolo y pedido especial cuando se trata de miembros de grupos criminales.
En ese sentido, explicó que, aunque el furgón del Ministerio de Justicia trasladaba a 9 reos, se pidió cobertura especial para un solo preso.
Con respecto a José Gómez, el guardiacárcel que quedó detenido ayer en el operativo luego de revelarse que entregó un celular suyo a una vecina de la zona donde se produjo la emboscada, adelantó que “si está involucrado, va a pagar”.