Así lo confirmó el director de Biodiversidad del Ministerio del Ambiente, Darío Mandelburguer, quien manifestó que la preocupación crece debido a que los vientos no cesan y van desplazándose “hacia lugares un poco más amplios”.
“La problemática principal en este momento es el viento, que es el que distribuye y da una presión, provocando un efecto de extensión”, expuso en contacto con La Unión.
De acuerdo al MADES, cerca de 70.000 hectáreas fueron consumidas por las llamas desde que se iniciaron, hace ya más de tres semanas.
Por otro lado, Mandelburguer aseveró que el proyecto de construcción de un complejo de shoppings y hoteles en la isla San Francisco, Limpio, no afectará a la biodiversidad del área, a diferencia de lo denunciado por pescadores de la zona.