“No tenemos capacidad y no estamos haciendo nada tampoco. Eso es lo más preocupante, porque aún con el grado de peligrosidad de los delincuentes no estamos haciendo nada”, expresó Martens en diálogo con La Unión.
Para sostener su argumentación, recordó que episodios de violencia se produjeron solo este año en cárceles de Misiones, Coronel Oviedo y, el peor caso de todos, el de San Pedro, donde se registraron 10 muertos, 5 de ellos decapitados.