La ciudadanía vuelve a caminar desde hace algunos días en la franja de arena tras el descenso de las aguas en las últimas semanas. La infraestructura instalada en el lugar y las chozas están visibles en su totalidad, aunque algunas tumbadas por las aguas. Los arcos de una cancha de fútbol también comienzan a emerger.
Como consecuencia de las crecidas se puede observar gran cantidad de basura a lo largo de la orilla del río, así como también plantas acuáticas que quedaron ahora en medio de la arena debido a la lenta retirada de las aguas.
De acuerdo con datos de la Armada Naval, el río Paraguay registra hoy en Asunción una altura de 5,95 m, 5 cm menos que ayer, sábado. El comportamiento en descenso de este curso hídrico se inició el pasado 10 de julio, cuando alcanzó el pico máximo de este año: 7,38 m.
A pesar de que el río va bajando, la cantidad de familias damnificadas que salieron de los bañados aún se mantiene, debido a que, a pesar de que muchas de las casas ya no están bajo agua, todavía no hay condiciones para el retorno. Las precarias viviendas fueron afectadas por la humedad en su estructura, en su gran mayoría. En total, siguen sin poder regresar a su hogar 17.788 familias, según el reporte del Consejo Municipal de Emergencia y Desastres de Asunción (Comueda).
La crecida del río Paraguay no afectó solamente a Asunción, sino a varios otros puntos de la República, y dejó damnificadas a unas 245.000 personas, de acuerdo con informes de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN).