Los chicos, en su mayoría niños desvinculados de su familia, son trasladados a albergues especiales, donde reciben alimentos, abrigos y quedan alojados durante la madrugada para dormir, según detalló Licia Martínez, directora del Fono Ayuda 147.
En ese orden, lamentó que muchos de ellos sean obligados a pedir monedas o explotados sexualmente, lo cual afirmó que se trata de un problema social sobre el que se deben tomar medidas de protección.
Dijo que, aunque su trabajo se enfatiza en días fríos, las labores de asistencia a niños y adolescentes en situación de calle u otra necesidad es permanente durante todo el año.