Los damnificados invadieron esta propiedad privada en vistas a que no han obtenido respuestas por parte de autoridades municipales ni nacionales, según explicó Gloria Medina, una de las afectadas por la crecida.
“Tuvimos que invadir, ya no había caso. Tenemos muchos ancianos y criaturas. No tenemos respuestas de las autoridades, por eso nomás”, justificó la mujer en diálogo con La Unión, añadiendo que el traslado hasta la cancha fue hecho a través de ayudas entre los propios damnificados. “Algunos tienen motocarros, con ellos nos ayudamos entre todos”, destacó, afirmando a la misma vez que se alimentan mediante la elaboración de ollas populares.
Medina lamentó que las familias estén viviendo en zozobra constante ante la posibilidad de que les llegue la notificación de desalojo, ya que, si son echados del sitio, no tendrán adónde ir, tomando en cuenta que el lugar donde originalmente se encuentran sus casas se halla totalmente bajo agua.
Por último, dijo que para las familias que habitan los bañados lo mejor será que las autoridades construyan una defensa costera.