Felipa Venialgo de 66 años de edad, es una de las pobladoras del Bañado Norte, que empezó a trasladar sus pertenencias hasta la Costanera, entre las cuales no se olvidó de la virgen de Caacupe “Le traigo a ella para que no se ahogue, ella tiene derecho a estar conmigo”, comentó mientras iba con sus pertenencias al lugar donde permanecerá hasta que baje el nivel del río.
Varias familias, como Felipa, viven en el Bañado Norte, quienes desde el domingo, empezaron a abandonar sus hogares en canoas. “Todavía no traje todo lo que tengo en mi casa. Desde el domingo estamos trasladándonos en canoa. Contratamos a un vecino con su canoa. Faltan los muebles, ropero, mesa, y otras cosas”, indicó Felipa.
Las casas provisorias están hechas de terciadas y chapas, en las cuales, las familias afectadas deberán ubicar sus pertenencias mientras reciban asistencia.
