“La corte no ha rechazado nuestra histórica e indeclinable demanda marítima”, argumentó el presidente de Bolivia, Evo Morales, en la celebración en La Paz del Día del Mar.
El país suramericano celebra cada 23 de marzo un acto en la plaza paceña dedicada a Eduardo Abaroa, héroe boliviano que en esa fecha en 1879 protagonizó la primera resistencia de Bolivia ante lo que las autoridades bolivianas califican de invasión de tropas chilenas.
Este año se cumple el 140 aniversario de esa guerra del Pacífico, en que Bolivia perdió unos 400 kilómetros de costa y cerca de 120.000 kilómetros cuadrados de territorio.
La conmemoración estuvo marcada por la sentencia del pasado octubre de la Corte Internacional de Justicia de Naciones Unidas con sede en La Haya (Países Bajos), que falló que Chile no está obligado a negociar con Bolivia, en respuesta a una demanda presentada por el Gobierno de Morales.
El presidente recalcó en su discurso que ese fallo lejos de cerrar el reclamo boliviano, abre “grandes elementos a nuestro favor (…), allanando el camino hacia una solución definitiva”.
Estos elementos son, según el mandatario, que la corte reconoce que Bolivia nació como país con mar y que un tratado de 1904 tras aquella guerra no resuelve el pedido boliviano, por lo que si bien no obliga a Chile, sí aboga porque ambos países dialoguen.
El jefe de Estado reafirmó que su Gobierno asume la sentencia de La Haya, pero sin que conlleve que “nuestro pueblo se hubiera rendido”, porque “mantiene intacta la determinación (…) de volver al mar”.
Para ello, recuerda su pedido a Chile para que “cumpla el fallo” en tanto que el tribunal aboga por el diálogo, según Morales.
Además, su Gobierno mantiene proyectos como el ferrocarril para unir a través de Bolivia puertos de Brasil y Perú, la potenciación de la hidrovía Paraguay-Paraná como salida al Atlántico y del puerto peruano de Ilo como acceso preferente al Pacífico, en vez de depender como ahora de puertos chilenos con “altos costos y trabas”.
“El camino hacia nuestro mar son muchos”, aseveró, para concluir que “con más convicción que nunca, nuestro reencuentro con el mar no solo es posible, si no que es inalietable (inalienable)”.
El acto estuvo como en años anteriores protagonizado por símbolos patrióticos, con una notable presencia de la Armada boliviana, himnos que ensalzan la demanda del mar, salvas de artillería ante una urna con los restos de Abaroa y desfiles militares y cívicos.
Con información de EFE.