“En la parte trasera no estamos teniendo una divisoria. Tenemos un inconveniente con la permeabilidad”, admitió Gerardo Arévalos, director de Necrópolis de la Municipalidad de Asunción, en contacto con La Unión, detallando que los objetos que mayormente se roban son cráneos, dentaduras, cajones y cruces.
Señaló que los principales ladrones provienen de un asentamiento ubicado a pocos metros del cementerio.
Arévalos afirmó que en la comuna capitalina se halla en proceso de licitación un proyecto de cierre de la periferia del cementerio, de modo a evitar definitivamente que se produzcan nuevos hechos.