El boletín remitido por el Programa Nacional de Control de Accidentes y Lesiones por Causas Externas detalla que el mayor porcentaje de accidentados se concentró en la franja masculina, en jóvenes de 20 a 24 años, con 187 fallecidos.
En tanto que en el grupo adolescente, de 15 a 19 años, se contabilizaron 157 casos, 137 en jóvenes de 25 a 29, y 119 muertes en adultos de 30 a 34 años. De todos los siniestros viales reportados ese año, el 84% corresponde a hombres.
Las defunciones se localizaron principalmente en Asunción y en los Departamento Central y de Alto Paraná, y fueron protagonizados en su mayoría por motociclistas. El 52,5% de estas muertes se produjo de manera instantánea y en lugar del siniestro (la calle).
De acuerdo con datos proporcionados por el Programa, 672 fallecidos (58%) fueron motociclistas, 252 (21,8%) fueron peatones, 174 (15%) automovilistas, 10 (0,9%) muertes se produjeron por percances en camiones, 6 (0,5%) en ómnibus y 84 (7,3%) en otros medios.
Según lo reportado por el Hospital de Trauma, quienes logran sobrevivir a un accidente en moto pasan mínimo 12 días en terapia intensiva. Un paciente con traumatismo de cráneo grave, con un promedio de estadía en internación esa cantidad de tiempo, le cuesta al Estado paraguayo entre G. 200 y 300 millones.
Este tipo de accidentes genera todo un problema social, atendiendo a que el mayor porcentaje de los fallecidos corresponde a la franja adulta joven que, por lo general, es el sustento del hogar, dejando a sus familias enlutadas y sin la fuente de ingresos.
No obstante, en el caso de los que quedan con secuelas, la situación es aún más delicada, tomando en cuenta que muchos de ellos acaban postrados, requiriendo una atención especializada, algunos, incluso, por el resto de sus vidas.