“El daño moral, psicológico y físico que he sufrido junto a Anuncio Martí son irreversibles. No hay reparación económica. Lo que pido es una cifra simbólica referencial del daño causado”, expuso Arrom vía teleconferencia ante los jueces del CIDH, en referencia a las supuestas torturas que fue sometido, según relató, con “bolsas de asfixia y golpes por todo el cuerpo”.
En otro orden, consultado sobre si conocía a la empresaria María Edith Bordón, quien lo acusa de haberla secuestrado, respondió que sí la conoce “porque había ciertas relaciones familiares”.
Tras más de 12 años de silencio, Arrom habló en el juicio contra el Estado Paraguayo, que se lleva a cabo en estos momentos en Costa Rica y a estas horas continúa.
Arrom y Anuncio Martí demandaron al Estado por la comisión de los supuestos hechos de secuestro y tortura en el 2002, por lo cual reclaman una indemnización de US$ 63 millones.