Néstor Candia, abogado de la joven, señaló que su clienta declaró ante la Fiscalía que la última vez que vio a Bruno Marabel, principal sospechoso de los asesinatos, fue el 2 de octubre, seis días antes del macabro hallazgo. No obstante, no lo incriminó directamente, sino “solamente dio detalles de que Marabel tendría implicancias”.
El letrado pidió la modificación de la figura por la cual Sosa está imputada, solicitando que, en vez de homicidio doloso en grado de complicidad, solo sea investigada por omisión de dar aviso sobre un hecho punible, para posteriormente pedir el sobreseimiento definitivo.
“Solamente estuvo en la casa en un momento y lugar equivocado”, aseguró Candia, añadiendo que, según sus estimaciones, la Fiscalía tomaría la declaración de su clienta como testigo, de modo a construir elementos contundentes contra Marabel.
El caso
Bruno Marabel fue imputado por el feminicidio de su esposa, Dalma María Rojas Rodas (25), y por homicidio doloso del que resultaron víctimas los padres de esta mujer, Julio Rojas Delvalle (52) y Elva Graciela Rodas de Rojas (51), así como los hijos de Dalma, Cristian Santino Barrios Rojas (6) y Saulo Pío Nahir Rojas (4). Por su parte Marcelo Gabriel Sosa Díaz, Araceli Sosa Díaz y Alba Armoa se hallan imputados por homicidio doloso en carácter de cómplice.
El hecho ocurrió en una vivienda ubicada en la intersección de las calles Oliva casi Montevideo, de Asunción, y fue descubierto el pasado 8 de octubre.