Como ejemplo del procedimiento irregular, Montanía mencionó que los policías actuaron de civiles y no se identificaron, además de que en el Departamento de Robos y Hurtos de la Policía Nacional los agentes querían tomarle las huellas dactilares, a lo cual se negó porque ya les había entregado su cédula. “Fuimos víctimas de tortura psicológica”, expuso en contacto con La Unión, indicando que este mal momento lo pasó específicamente en la comisaría Nº 17.
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Montanía señaló que los policías la detuvieron supuestamente por perturbación de la paz pública, pero desconoció al mismo tiempo el hecho ya que hasta hoy día no ha tenido acceso a la carpeta fiscal.
Por lo expuesto, anunció que presentará una denuncia contra el Estado paraguayo por detención ilegal, reclusión arbitraria y tortura psicológica.
Reiteró que decenas de comunidades indígenas exigen la destitución o renuncia de la presidenta del INDI, Ana María Allen Dávalos, por no escucharlos y “por el asco que les tiene”.