Cerca del mediodía un hombre armado ingresó a la Iglesia Bautista de Sutherland Springs de Texas, donde empieza a disparar contra los fieles. Según la publicación del diario El País, 26 personas fueron asesinadas y otra veintena quedó herida tras el atentado.
Los tiros se realizaron dentro de la Iglesia Baptista, mientras se celebraba la misa dominical, informaron.
El asesino, Devin Kelley, abrió fuego con su arma semiautomática, sin excepción. Disparó contra niños de 5 años hasta adultos mayores de 72, que asistían a la celebración religiosa. Hasta el Pastor se vio afectado, llorando la muerte de su hijo de 14 años.
Según los investigadores el tirador, tenía problemas domésticos. Al parecer fue en busca de los padres de su pareja, quienes tenían conflictos con Kelley y asistían asiduamente al templo. Sin embargo el domingo no fueron a la misa.
El diario El País escribió que la matanza “no tuvo una motivación racial, y tampoco estuvo relacionado a creencias religiosas. Había un problema doméstico con sus familiares políticos”, según explicó Freeman Martin, del Departamento de Seguridad Pública de Texas, en rueda de Prensa.
La matanza sucedida en Sutherland Springs es la quinta masacre con armas de fuego con más muertos en la historia de Estados Unidos. Este hecho pone de vuelta a colación el debate sobre la regulación del acceso de armas en Norteamérica.
Fuente: El País