El autismo y otras formas de discapacidad son parte de la experiencia humana que contribuye a la diversidad humana. Por ello, las Naciones Unidas han hecho hincapié en la necesidad de incorporar la discapacidad en la agenda de desarrollo de la Organización. Para incorporar la discapacidad es necesario adoptar un enfoque integral en la formulación, ejecución, seguimiento y evaluación de políticas y programas en todas las esferas políticas, económicas y sociales, a fin de que no se perpetúe la desigualdad.
En septiembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la nueva Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un programa ambicioso que incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas que prometen que nadie se quedará atrás.
A pesar de que todos los ODS son de aplicación universal, los siguientes Objetivos hacen referencia explícita a la discapacidad y las personas con discapacidad: 4) Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos; 8) Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos; 10) Reducir la desigualdad en los países y entre ellos; 11) Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles; y 17) Fortalecer los medios de implementación y revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible.
Las celebraciones de este año se orientarán hacia el año 2030 y se harán eco de los nuevos ODS y de las consecuencias que traerán consigo y que mejorarán la vida de las personas con autismo.
La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró por unanimidad el 2 de abril como Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo (A/RES/62/139 ) para poner de relieve la necesidad de mejorar la calidad de vida de los niños y adultos autistas para que puedan tener una vida plena y digna.