Los descubrimientos científicos requieren de cooperación y trabajo en equipo para conseguir los mejores resultados posibles. Pero, en algunos casos, se antepone la competición y la investigación se convierte en una carrera en solitario para llegar los primeros a un resultado, sobre todo por el prestigio y los beneficios económicos que esto puede conllevar.
En el caso de la pandemia del coronavirus, que ha tenido un impacto enorme en todo el mundo, hay mucha expectación porque la vacuna podría suponer una mejora sustancial en las vidas de millones de personas, en la economía de los países, y también reportar grandes beneficios para las empresas farmacéuticas creadoras.
Más de 200 vacunas contra el coronavirus en desarrollo
Aunque las farmacéuticas Pfizer, BionTech y Moderna hayan sido las primeras en sacar una vacuna que es eficaz en la fase III, hay muchas más compañías que han unido sus fuerzas y trabajado conjuntamente para conseguirlo.
Ahora mismo, hay más de 200 vacunas contra el coronavirus en desarrollo en todo el mundo. Según los datos más recientes del 12 de noviembre de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 48 vacunas están en etapa clínica (siendo probadas en humanos) y 164 en etapa preclínica (siendo probadas en laboratorios). Once de estas vacunas se encuentran en fase 3.
¿Cooperación internacional o competencia entre países?
La complejidad del proceso y la necesidad de desarrollar una vacuna lo antes posible ha llevado a muchos gobiernos y organismos a cooperar para apoyarse mutuamente y para garantizar que el máximo número de personas tenga acceso a la vacuna.
El COVAX es una iniciativa de colaboración mundial que cuenta con 172 países para acelerar el desarrollo y la producción de vacunas contra el COVID-19 y para garantizar un acceso justo y equitativo por parte de todos los países del mundo.
Pero también existe cierta competencia y rivalidad en algunos casos. Un grupo de expertos en derechos humanos de Naciones Unidas ha advertido recientemente de que algunos países intentan acaparar futuras vacunas contra la COVID-19 para garantizarlas para su propio territorio.
Pfizer y BioNTech ya han llegado a acuerdos para suministrar más de mil millones de dosis de su vacuna, con un suministro inicial de 100 millones de dosis a Estados Unidos, 30 millones a Reino Unido, 120 millones a Japón, 20 millones a Canadá, 1,5 millones a Nueva Zelanda y 200 millones a la Unión Europea, y posteriormente de 500 millones de dosis a Estados Unidos y otros 100 millones a la UE.
Dado que la empresa prevé poder fabricar 50 millones de dosis en 2020 y 1.300 millones en 2021, el número de posibles dosis que quedan disponibles para otros países es muy reducido. El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha pedido en varias ocasiones cooperación para hacer frente a la pandemia y ha alertado sobre el “nacionalismo de las vacunas”, que dificultaría la distribución y pondría en riesgo la salud de millones de personas.
Ciberataques para intentar robar la vacuna
En julio, Rusia fue acusada por Reino Unido, Estados Unidos y Canadá de intentar robar información sobre los avances en la creación de una vacuna contra el COVID-19.
La Inteligencia británica situó ataques en los ordenadores de la Universidad de Oxford (que en ese momento era una vacunas de las más avanzadas), a través del grupo de hackers “Cozy Bear”, supuestamente apoyados por el Kremlin, el gobierno ruso. Rusia negó su participación en el intento de robo.
Recientemente, Microsoft apuntó que había detectado intentos de irrumpir en los sistemas informáticos de siete compañías farmacéuticas que desarrollan la vacuna contra el coronavirus por parte de hackers que supuestamente estarían respaldados por Corea del Norte y Rusia.
En la carrera de vacunas la de Pfizer es la única que tiene el problema de almacenamiento a altas temperaturas. De las que terminan fase 3 en 2020 solo Pfizer y Moderna (ni idea Astrazeneca). Las dos primeras son una tecnologia nueva, prometedora pero bien experimental. pic.twitter.com/mXUSaDBH8n
— Felipe Campos (@FelipeCamposPC) November 14, 2020
La compañía dijo que otro grupo ruso apodado “Fancy Bear” y grupos norcoreanos apodados “Zinc” y “Cerium” estarían implicados en estos recientes ciberataques.
Las vacunas que están en Fase 3, según OMS:
– Pfizer: el gigante estadounidense y su socio alemán BioNTech se preparan para solicitar a la Agencia estadounidense del Medicamento una autorización de utilización de urgencia para una vacuna que podría estar disponible antes de finales de año. Las empresas anunciaron este miércoles resultados completos de los ensayos, que presentan una eficacia del 95%.
– Moderna: la sociedad de biotecnología estadounidense anunció el lunes que su vacuna era eficaz en un 94,5%. Planea producir 20 millones de dosis antes de finales de año.
– Sinovac: la empresa de biotecnología china inició un ensayo de fase 3 para el CoronaVac, con miles de voluntarios, principalmente en Brasil, pese al rechazo del presidente Jair Bolsonaro.
– Sinopharm: otro laboratorio chino que lanzó dos proyectos con institutos de investigación chinos. Se prevé poder producir antes de final de año 610 millones de dosis por año de varias vacunas contra el COVID-19, y ya ha autorizado un uso urgente de algunas de ellas.
– CanSino Biological: la empresa china desarrolló “Ad5-nCoV”, conjuntamente con el ejército, una vacuna basada en adenovirus. Los ensayos de fase 3 se han lanzado en México, Rusia y Pakistán.
– Bharat Biotech: esta empresa india empezó en noviembre, por su parte, a reclutar a cerca de 26.000 personas para su Covaxin, desarrollada con el apoyo del Gobierno indio, y apuesta por una vacuna disponible en el primer semestre de 2021.
– AstraZeneca: grupo anglosueco, y la Universidad de Oxford: su vacuna utiliza como vector viral un adenovirus. Los resultados del ensayo se esperan este año.
– Johnson&Johnson: la firma estadounidense lanzó dos ensayos clínicos de su candidata, compuesta de un adenovirus modificado, una de una sola dosis y la otra de dos. En todo el mundo, participarán 90.000 voluntarios. Los resultados se esperan para el primer trimestre de 2021.
– Sputnik V: desarrollada por el Centro de Investigaciones en Epidemiología Gamaleya en conjunto con el ministerio ruso de Defensa, esta vacuna se basa en la utilización de dos adenovirus. Los rusos anunciaron hace unos días una eficacia del 92%. Sin embargo, el instituto Gamaleya está acusado de romper los protocolos habituales para acelerar el proceso científico.
– Novavax: la empresa de biotecnología estadounidense trabaja en una vacuna llamada “subunitaria” recombinante. Novavax lanzó en septiembre su ensayo clínico de Fase 3 en el Reino Unido y a finales de noviembre debe comenzar un ensayo en EEUU. Se esperan datos preliminares para el primer trimestre de 2021.
– Universidad de Melbourne: Su sistema de distribución australiano ya está en funcionamiento, ya que es una vacuna BCG reutilizada que había sido desarrollada en la década de 1930 para combatir la tuberculosis.
Con información de La Vanguardia.