La agente fiscal Fátima Villasboa y el agente fiscal Víctor Florentín, representaron al Ministerio Público en el juicio en el que sostuvieron la acusación y propiciaron condenas contra los procesados; Julio César Romero (a diez años de cárcel por tenencia de sustancias estupefacientes) y Carina Soledad Troche (también a diez años, por empleo ilícito de bienes para el transporte de drogas peligrosas).
El Tribunal de Sentencia fue presidido por el juez Nelio Prieto y estuvo integrado por los magistrados Julio Acuña y Eva Silva, quienes analizaron las pruebas documentales, testimoniales y la evidencia (camioneta) presentadas por la Fiscalía.
Además, el colegiado judicial ponderó los informes técnicos periciales referentes a la extracción de datos y cruces de llamadas registrados entre los aparatos celulares incautados del poder de los procesados.
Con el resultado de la citada pericia se corroboró que las comunicaciones y los mensajes efectuados, tanto por Julio César Romero como por Carina Soledad Troche (quien se desempeñaba como docente), les comprometieron de manera directa en la comisión de los hechos punibles por los cuales fueron acusados y condenados.